POSGRADO EN ARTES VISUALES SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN I Dr. Daniel Manzano Águila Mario Maldonado Reyes Comentarios sobre el IV Simposio de la ENAP Procesos creativos en las artes visuales, el diseño y la comunicación visual Abordar teóricamente los diferentes aspectos que encierran los procesos creativos en las artes visuales, el diseño y la comunicación visual, implica desde luego, hacer un enorme esfuerzo por no inclinar los argumentos hacia dos posiciones que parecen inevitables: 1. La que describe los momentos o fases para la elaboración de una obra ó 2. La que habla sobre el plan proyectivo de trabajo para la realización de la misma (poética). En ambos casos, se hace mención a una parte sustantiva de lo que debe entenderse por proceso creativo pero, o se puntualiza hasta el grado de objetividad máxima o, el discurso adquiere matices que impiden el acuerdo colectivo nulificando las posiciones divergentes; de tal modo, el fenómeno no es abarcado por completo. En mi opinión, cada ponente en el simposio llevó su participación hacia alguno de los dos extremos referidos. Menciono dos ejemplos: el del maestro Javier Tous Olagorta (Una aproximación reflexiva sobre el proceso creativo tridimensional), quien hizo un inventario de las condiciones materiales y espaciales que considera indispensables para desarrollar procesos creativos, en donde además de herramientas, mostró las fases de trabajo de una pieza; o la participación de la maestra Diana Salazar Méndez (Francis Bacon: la fotografía como registro para los procesos constructivos de la pintura) y su esfuerzo por interpretar desde la obra de F. Bacon, algunos de los móviles personales del autor en la configuración de sus pinturas. Muy pocas veces se escuchó una voz que superara consciente y plenamente tal situación. Por eso, considero relevante y coincido con algunos de los comentarios que hizo al respecto el Mtro. Julio Chávez Guerrero (Las catástrofes de la creación), quien de manera contundente dijo que en el arte importa más la experiencia creativa y no tanto los mecanismos que la conforman y, a pesar de lo escueto de la frase, sirvió para el desarrollo posterior de un discurso que pudo equilibrar la balanza. Parece que en el ámbito de la investigación, al artista visual no se le tiene en un sitio especialmente privilegiado pues, no le resulta fácil demostrar que su actividad es necesaria y puede integrarse al amplio espectro de saberes que se origina y desarrolla en las universidades. En este punto, es posible advertir que el mismo término creación es empleado de manera cotidiana en un sinnúmero de situaciones –hecho que sucede también con la palabra arte- aunque rara vez sabemos a qué refiere con precisión. Es por ello que, a todos aquéllos profesionistas ligados de una u otra manera a la actividad creativa, corresponde articular discursos que arrojen luz sobre estos temas, siguiendo o haciendo uso de tareas metodológicas que eviten en lo posible posiciones subjetivas e impugnables. Así, contamos con una serie de teorías que ofrecen algunas respuestas y permiten, si bien de manera parcial, la comprensión de un fenómeno que por esencia resulta complejo. En alguna ocasión escuché decir al maestro Torres Michúa que todo lo artístico es estético pero no todo lo estético es artístico, de la misma manera que arte es creación pero no viceversa. Es decir, como artistas, nos encontramos más próximos a vivir el fenómeno estético y el fenómeno de la creación, antes que poder explicarlo. Precisamente es allí donde la labor teórica y de investigación tiene lugar. Es dentro de foros como este que las ideas fluyen en un sentido conveniente. Si no aplicáramos de manera creativa las herramientas que nos proporciona el conocimiento surgido de la experiencia y la permanente toma de decisiones, los procesos mismos de la realidad se detendrían y con ellos, lo haría también la producción de ideas, acciones y objetos.